Sistemas de Iluminación Artificial en Fotografía
Fecha: 10/02/2024 al 24/05/2024
Horario:
Local: Archivo General de la Región de Murcia
Avda. de los Pinos, 4
Teléfono: 968 36 86 71
Vitrina con una nutrida selección de artículos de iluminación de la Colección Gerardo Acereda Valdés, del Archivo General de la Región de Murcia.
A mediados del siglo XIX la duración de la exposición fotográfica era de unos 30 segundos. Los sujetos generalmente estaban sentados contra fondos lisos e iluminados con la luz suave de una ventana superior y cualquier otra cosa que pudiera reflejarse con espejos.
En 1864 el retratista inglés Alfred Brothers, de Manchester, utilizó por primera vez el magnesio en forma de hilo en fotografía. Este mismo año se depositan las primeras patentes de lámparas que consumían hilo de magnesio. El fogonazo lumínico era impredecible, el aire permanecía cargado de vapores grises e impermeables y la técnica no estaba exenta de peligros. A pesar del costo y el peligro, los flashes de magnesio (ya en polvo y cloratado) se hicieron cada vez más populares en las décadas de 1870 y 1880 en lámparas de soplado neumático.
En 1882 el inglés McCellan y el francés Chauffour experimentan con magnesio encerrado en una botella llena de oxigeno con encendido por filamento de platino. En 1925 el científico alemán Paul Vierkötter inventó la primera bombilla de destello práctica. Su invento fue mejorado y patentado por otro científico también alemán, Johannes Ostermeyer. Las bombillas solo se podían usar una vez e inmediatamente reemplazaron a los primeros equipos de magnesio, difíciles de manejar y peligrosos.
El 14 de junio de 1851 W. Henry Fox Talbot fijó una página de The Times sobre un disco que hizo girar a gran velocidad y lo fotografió en movimiento a la luz de una chispa producida por la descarga de una batería de botellas de Leyden. La duración de este destello fue aproximadamente de 1/100.000 de segundo. La imagen que se obtuvo era perfectamente nítida.
Fueron Laurent y Auguste Seguin en Francia quienes crean el flash electrónico, poniendo a punto su “Stroborama”. Su duración era de una millonésima de segundo. En 1929 Seguin & Libessart lograron un tubo relámpago que daba una descarga de una diezmillonésima de segundo. Con él se lograba captar el vuelo en el aire de un proyectil que se desplazaba a 14 Km/s.