Archivo Municipal de Ricote (1739-1918)

1739

1918

Fondo

2-Caja(s)

Desde el año 826 está documentada la existencia de un castillo en la villa de Ricote, que desde ese mismo siglo albergaba una comunidad de afamados ulemas, místicos musulmanes. Ese ambiente de estudios influyó sin duda en el ricoteño más universal, Mohammed Ibn Abubéquer al-Ricotí, en quien el rey de Castilla encontró a la persona capacitada para centrar la fusión cultural que anhelaba. Don Alfonso, creando para él una madriza o estudio donde se enseñaba medicina, geometría, lógica y filosofía en árabe, latín o romance. Fuen un centro de estudios de una gran relevancia aunque efímero puesto que en 1272 Al-Ricotí se exilió a Granada y con el desapareció la pujante madraza. En 1243 el Reino de Murcia fue ocupado militarmente por las tropas castellanas y el Valle de Ricote aparece como señorío de Enrique Pérez de Arana. En 1285 las villas que constituyen el Valle, n Abarán, Blanca, Ojós, Ricote, Ulea y Villanueva, así como el puerto de la Losilla, eran entregadas a la Orden de Santiago que agrupó este territorio bajo la denominada Encomienda del Valle de Ricote, constituyéndose la villa en cabeza de la Encomienda. La expulsión de los moriscos (1614) provocó una importante despoblación y la influencia directa de la Orden quedó diluida ante el creciente poder de las oligarquías locales. La familia a cargo de la encomienda del Valle de Ricote durante la totalidad del siglo XVII fue la de Pedro de Toledo. Ya en el siglo XVIII, se consolida la recuperación demográfica, se levanta la Iglesia de San Sebastián y Juan de LLamas, administrador de la Enomienda, aparece como el auténtico dueño el Valle. El administrador de la Orden de Santiago vivíó en Ricote hasta que, en 1855, la desamortización de Madoz puso a la venta las propiedades de la Ordenes Militares con lo que quedó definitivamente disuelta la Encomienda.