Detalle del documento
Código referencia: |
ES.30030.AGRM/36 | ||
Título: |
Instituto Provincial de Segunda Enseñanza Alfonso X El Sabio de Murcia
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Fecha inicial: |
1701
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Fecha final: |
2000
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Nivel de descripción: |
Fondo
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Volumen y soporte unidad de descripción: |
1870-Caja(s)
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Rango inicial: |
1861
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Historia institucional: |
Los institutos de segunda enseñanza, como centros dedicados al nivel educativo intermedio y preparatorio del universitario, surgen en España con el llamado Plan de Instrucción Pública del duque de Rivas, aprobado por R. D. de 4 de agosto de 1836, según el cual estos estudios eran ¿necesarios para completar la educación general de las clases acomodadas¿. El plan preveía la creación de establecimientos públicos provinciales denominados ¿Institutos elementales¿ donde se impartiría el primer nivel de la enseñanza secundaria, fijando su sostenimiento con bienes de otros centros suprimidos, fondos provinciales e importe de matrículas. Las materias impartidas en este nivel eran gramática española y latina; lenguas vivas más usuales; elementos de matemáticas; geografía, cronología e historia, especialmente la nacional; historia natural; física y química; mecánica y astronomía física; literatura, principalmente la española; ideología; religión, de moral y de política y dibujo natural y lineal. El ingreso se realizaba a los once años.
Los institutos superiores, al que accedían los graduados en bachillerato elemental, se creaban sólo en las ciudades donde existía Universidad.
La disposición que generalizó la creación de centros públicos de secundaria fue el Real Decreto de 17 de septiembre de 1845 que aprobaba el Plan general de estudios, más conocido como Plan del ministro Pidal, aunque su verdadero artífice fue el director general de Instrucción Pública Gil de Zárate. En su artículo 57 se prescribía que ¿cada provincia tendrá un Instituto en su capital con fondos de matrículas y grados de bachiller, rentas de memorias, fundaciones y obras pías que puedan aplicarse¿ y presupuesto provinciales. Se seguía distinguiendo entre institutos de primera clase o superiores (donde hubiera Universidad) y de segunda y tercera (sólo habilitados para impartir bachiller elemental). Los estudios de Segunda enseñanza se dividían en elementales (5 años), obteniéndose el título de bachiller en Filosofía; y de ampliación (2 años más), con carácter preuniversitario y especialización en Letras o Ciencias, obteniéndose el título de licenciados en Letras o Ciencias. El Plan también preveía la creación de escuelas especiales para los estudios de caminos, canales y puertos, agricultura, minas, veterinaria, náutica, comercio, bellas artes, artes y oficios y escribanos y procuradores de los tribunales. El citado Plan se completaba con un Reglamento de 22 de octubre de 1845. El 19 de diciembre de 1855 se promulgaba una nueva Ley de Instrucción Pública (Gaceta de Madrid, 31 de diciembre de 1855, 2 y 3 de enero de 1856).
La Ley Moyano de 1857 ratificaba buena parte del plan de 1845, aunque desvinculaba la segunda enseñanza de la superior. La citada norma establecía dos niveles: por un lado, unos estudios generales de bachillerato, al que se accedía desde la primaria elemental, dividios en dos períodos de dos y cuatro años, al final de los cuales se realizaba el examen de grado de bachiller; por otro los llamados ¿estudios de aplicación a las profesiones industriales¿ (dibujo, agricultura, aritmética mercantil, comercio y náutica), a los que se accedía desde la primaria superior, obteniéndose el certificado de perito en la carrera cursada. También se jerarquizaba a los institutos en establecimientos de primera (Madrid), segunda (capitales de provincia y ciudades con universidad) y tercera, siendo obligatorio la existencia de uno por provincia que comprendiese todos los estudios, así como la posibilidad de establecer colegios de internos anexos. Por último, la Ley regulaba la enseñanza doméstica, fijando exámenes de ingreso en segunda enseñanza para los que hubieran cursado la primaria en su domicilio o bien posibilitando el estudio del primer período de segunda enseñanza en casa tras aprobar un examen general de primera enseñanza y matricularse en el Instituto (abonando la mitad de derechos). Tale alumnos debían realizar exámenes anuales de curso en el Instituto.
El Reglamento subsiguiente, de 23 de septiembre de 1857, fijaba dos períodos de tres años, con un examen intermedio entre ambos. Otro posterior, de 20 de julio de 1859, establecía la confección de los expedientes académicos de los alumnos y de una memoria anual de los centros.
En 1866 se autorizó a que el primer período de secundaria se pudiera cursar en el Instituto, en colegios o estudios de humanidades privados autorizados o en casa de los padres, tras matricularse en el centro público.
Durante el Sexenio Democrático (1868-1874) se reconoció la libertad de creación de centros de enseñanza, lo que produjo una eclosión temporal de centros públicos, auspiciados por ayuntamientos y otras instituciones, y privados.
En 1887 el mantenimiento de los institutos y de su personal se incorpora a los presupuestos generales del Estado, corriendo éste con todas sus cargas.
En 1894 se introduciría la enseñanza de ¿asignaturas complementarias¿ como Gimnasia, Dibujo y Caligrafía.
Tras crearse el Ministerio de Instrucción Pública, desgajado del de Fomento, en 1900, se produjo una nueva reforma de la enseñanza que afectó a la secundaria. Por R.D. de 17 de octubre de 1901 se reorganización de los institutos que pasaron a denominarse ¿Institutos generales y técnicos¿, incluyendo de nuevo peritajes en comercio o agricultura y por otro de 29 de septiembre se establecía un reglamento que estuvo vigente durante cuarenta años.
En 1907 se amplía la enseñanza obligatoria de seis a doces años. Al plan de estudios de 1903 le sucedió el conocido como Callejo de 1926, que distinguía entre bachillerato elemental (tres años) y universitario (un año común y dos de especialidad en Letras o Ciencias), imponiendo tres exámenes: ingreso, grado de bachiller elemental y grado de bachiller universitario. También introdujo el Inglés.
Con el advenimiento de la República se volvería inicialmente al plan de 1903, pero pronto se realizaría uno nuevo (1932) que aumentaba a siete los cursos de bachillerato: cinco elementales y dos de especialidad. Al mismo tiempo se propició la apertura de institutos en poblaciones que no habían contado hasta le fecha con este tipo de centros, creándose 103 nuevos centros, muchos de los cuales volverían a cerrar tras la Guerra Civil. Una Orden de 1934 dividió a los institutos en nacionales y elementales, pasando aquellos a denominarse ¿Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza¿.
A la Ley de 20 de septiembre de 1938 de Reforma de la Enseñanza Media, que adaptaba este nivel educativo a los postulados del nuevo régimen, le sucedería la de Ordenación de la Enseñanza Media de 26 de febrero de 1953 (BOE, 27 de febrero de 1953), por la que se distinguía entre bachillerato elemental (11-14 años) y superior (15-16 años), con dos reválidas al final de cada período, y aparecía un curso preuniversitario y una prueba de madurez, al mismo tiempo que se creaban estudios técnico-profesionales: escuelas de Comercio, de maestría e institutos laborales.
El decreto de 26 de julio de 1956 crea las Secciones Filiales, dependientes de los Institutos Nacionales. En 1963 se creaba el Bachillerato Radiofónico y en 1970 se creaba el Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia (INBAD). Los dos bachilleratos serían fusionados en 1967.
La Ley General de Educación de 1970 creaba el Bachillerato Unificado Polivalente (BUP), con sólo tres cursos al agregarse el antiguo bachillerato elemental a la Enseñanza General Básica (2ª etapa). El ¿Preu¿ se convertía en el Curso de Orientación Universitaria (COU) y se regulaba la Formación Profesional.
La última reforma de importancia de la Segunda Enseñanza en España se produjo en 1990 con la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), que divide la Educación secundaria en educación secundaria obligatoria (ESO), con dos ciclos de dos años (12-16 años), bachillerato de cuatro modalidades (dos cursos) y la formación profesional de grado medio. Con esta ley la enseñanza obligatoria y gratuita alcanza hasta los 16 años.
Los centros se regulan por el R.D. 929/ 1993, de 18 de junio, de Reglamento orgánico de Institutos de Educación Secundaria
El Instituto de Murcia fue creado por R. Orden de 5 de octubre de 1837, a instancia del Ayuntamiento de la ciudad, la Real Sociedad Económica de Amigos del País y la Diputación Provincial, instalándose en la sede del antiguo colegio de San Isidoro y agregándosele los bienes de ésta y otras instituciones desamortizadas.
El de Murcia fue el tercer instituto creado en España, tras los de Palma de Mallorca y Guadalajara. Catalogado inicialmente como centro de enseñanza secundaria elemental, a partir de 1845 fue autorizado para conceder títulos de bachillerato superior.
Desde su creación dependió del distrito de la Universidad de Valencia hasta la creación de la de Murcia en 1915.
El Instituto se transformó temporalmente (octubre de 1840-15 de mayo de1841) en Universidad Literaria de Murcia. Por Orden de 15 de mayo de 1841 (Gaceta de Madrid, lunes 17 de mayo de 1841) las universidades creadas por las juntas de gobierno de las provincias de Murcia y Cáceres se convertirían al finalizar el curso académico en institutos de segunda enseñanza (disposición 1ª). La disposición 4ª recogía que ¿El instituto de segunda enseñanza de Murcia se reorganizará de nuevo, a cuyo efecto la dirección propondrá inmediatamente al Gobierno, así las enseñanzas de que deba constar como las personas que hayan de encargarse de las respectivas cátedras¿. Durante el Sexenio Revolucionario compartió sus instalaciones con la Universidad Libre de Murcia (1869-1874), al igual que sucedería con el nuevo centro universitario en 1915.
Hasta comienzos del siglo XX fue el único centro de enseñanza secundaria de la provincia, si exceptuamos los Institutos de Lorca y Cartagena que funcionaron temporalmente durante algunas décadas de la segunda mitad del siglo XIX. En él estudiaron o se examinaron de bachiller alumnos procedentes de la provincia de Murcia y de lass limítrofes de Almería, Granada, Albacete y Alicante.
La enseñanza se dividía en oficial (o presencial), no oficial colegiada o privada (impartida en colegios adscritos o incorporados al Instituto), doméstica y libre (también denominada no oficial no colegiada).
Además del título de bachiller, que habilitaba para acceder a la universidad, se impartieron los estudios de peritos agrimensores y mercantiles durante la segunda mitad del siglo XIX. La reforma de 1900-1901 convirtió a los institutos en Generales y Técnicos, incorporando pasajeramente titulaciones como la de perito agrónomo, en una Escuela Elemental de Agricultura aneja al centro que desapareció en 1904.
Aparte de las enseñanzas al uso, el Instituto de Murcia contaba con una cátedra de Agricultura, con diversos gabinetes científicos (Agronómico, de Historia Natural, Física y Química, Micrografía...), y con un Jardín Botánico. La colección de Zoología, Botánica y Mineralogía, donada a comienzos del siglo XX por el profesor Cánovas Cobeño, fueron el germen del Museo de Ciencias Naturales que llevaría su nombre. Desde 1860 fue sede del primer Observatorio Meteorológico de la Provincia.
La biblioteca del Instituto fue una de las más importantes de la provincia, pues se nutrió de la aportación inicial de las colecciones de colegios y conventos desamortizados, e incrementó sus fondos progresivamente con compras y adquisiciones diversas (cuenta en la actualidad con unos 15.000 volúmenes). También fue sede de la Biblioteca Provincial de Murcia, creada hacia 1862 y que tuvo su sede en el Instituto hasta la primavera de 1936.
Como el resto de los institutos, el de Murcia se financiaba con el producto de las rentas de los bienes desamortizados, el importe de las matrículas y expedición de títulos de los alumnos y las aportaciones del Ayuntamiento (mantenimiento del edificio y pago del portero) y la Diputación Provincial (que cubría el 20 % de los gastos), hasta que en 1887 el Estado se hizo cargo de los gastos de estos establecimientos.
En diciembre de 1941 el Consejo de Ministros aprobaba el expediente de obras de reconstrucción del jardin botánico instalado en el Instituto Alfonso X el Sabio por 43.581,88 pesetas.
A partir de 1960 irían surgiendo secciones delegadas del Instituto en distintas localidades: la propia capital, Alcantarilla, Alquerías, Archena, El Palmar, Molina de Segura y Mula, que en la mayoría de los casos constituirían institutos independientes tras la Ley General de Educación de 1970.
En 1956 darían comienzo los estudios de Bachillerato Nocturno. En 1963 el centro pasó a colaborar con el Bachillerato Radiofónico y posteriormente se constituyó en extensión del Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia (INBAD).
Las primeras alumnas que cursaron estudios en el Instituto lo hicieron en 1880, si bien no hubo mujeres de forma generalizada hasta 1931, en un primer momento, y posteriormente en la segunda mitad del siglo XX.
El edificio, del siglo XVIII, fue objeto de numerosas reformas, siendo las más importantes las de 1843, 1887 y especialmente la de 1905-1907. Ya antes de la Guerra Civil se reclamó el traslado del centro a un nuevo edificio, cambio que se verificó en 1966 al inaugurarse las nuevas instalaciones del barrio de Vistalegre, su sede actual.
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Alcance y contenido: |
El rico fondo del Instituto de Murcia ofrece grandes potencialidades para el estudio de la enseñanza secundaria en la Región y en comarcas limítrofes, destacando la muy completa serie de expedientes académicos de alumnos (1860-1979), tanto del propio centro como de otros institutos desaparecidos y de secciones delegadas, que contabilizan casi 100.000 expedientes personales que ocupan unas 1520 cajas (más de 81 % del fondo); y los libros de actas de exámenes. Estas series permiten estudios sobre origen geográfico, social, niveles de aprendizaje, e incluso estudios anatómicos (talla, peso) y fisonómicos de los alumnos (los expedientes comienzan a contar con fotografías desde 1939).
Para la intrahistoria del Centro es fundamental la consulta de las series de libros de actas del Claustro (1838-1957), la correspondencia (1837-1985) y las memorias anuales (1859-1934). También se puede analizar la gestión económica y patrimonial del mismo y la de los bienes cedidos procedentes de instituciones educativas desamortizadas.
Los aspectos docentes (planes de estudios, asignaturas, libros de texto..) se reflejan en las memorias, los expedientes académicos y la documentación sobre los gabinetes científicos y la biblioteca. También se conservan los expedientes personales de catedráticos y profesores auxiliares.
Muy interesante es, asimismo, la información sobre multitud de colegios privados que preparaban para el acceso al Instituto o impartían estudios secundarios en las distintas localidades de la Región.
El archivo del Instituto, además del fondo generado por la dicha institución, contiene otros entre los que destacan:
- Colegios desamortizados (ss. XVIII-XIX), con documentación sobre propiedades y rentas que se adscribieron al Instituto. También existe documentación de las Juntas de Temporalidades, encargadas de administrar los bienes de los jesuitas expulsados en 1767.
- Institutos desaparecidos: Se trata de centros educativos de la provincia (Cartagena, Caravaca, Lorca y Yecla) que funcionaron en torno al Sexenio Democrático (1868-1874) y a la Segunda República (1931-1939).
- Patronato para el Mejoramiento de la Cultura en Murcia (1095-1917), institución encargada de invertir los bienes patrimoniales del Instituto en diversas obras educativas (reformas en el Instituto, construcción de colegios y del Museo de Bellas Artes, instalación de la Universidad...)
- Comisión de Depuradora del Magisterio de la Provincia (1939-1942), encargada de investigar la trayectoria política de los maestros y alumnos de Magisterio y de elevar las propuestas de depuración al Ministerio.
- También se conserva alguna documentación del Observatorio Meteorológico, adscrito al Instituto desde 1860.
- Finalmente existe diversa documentación privada no relacionada con el Centro, como la procedente de la Sociedad ¿La Vega Murciana¿ de París (1865) y la de la Familia Rivera y Romero, de Porcuna (Jaén).
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Nuevos ingresos: |
Como fondo abierto, se esperan transferencias en el futuro.
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Condiciones de acceso: |
Libre, aunque con las limitaciones impuestas por la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español (arts. 57 y 62) y la Ley 6/1990 de Archivos y Patrimonio Documental de la Región de Murcia.
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Condiciones de reproducción: |
El tipo de reproducción está sujeto al formato, tamaño y estado de conservación de los documentos y a los precios públicos establecidos.
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Lenguas: |
Castellano Latín Francés
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Unidades de descripción relacionadas: |
En el grupo de "Fondos y colecciones fotográficas / Fotografías de instituciones públicas" existe copia digital de una colección de fotografías del Instituto (1923-1996). En el mismo Archivo General de la Región de Murcia, Fondo Diputación Provincial, se conserva la documentación de la Comisión para el establecimiento del Instituto de Segunda Enseñanza (1837-1838) y copias de la contabilidad del centro (1868-1874) (DIP,7322 y 7323)
El Archivo Municipal de Murcia cuenta con alguna documentación sobre los bienes asignados al Instituto, que se cita en su lugar. El Archivo Municipal de Lorca conserva algunas memorias impresas del Instituto de aquella ciudad.
El Archivo Central de la Consejería de Educación y Cultura posee el fondo de la antigua Dirección Provincial del MEC, donde se encuentra información sobre éste y otros centros de enseñanza.
En el Archivo Histórico de la Universidad de Valencia, distrito al que perteneció durante casi ochenta años el centro, hay documentación diversa sobre expedición de títulos de bachiller y sobre inspección de centros http://www.ugr.es/~cau/fondo5.htm
El Archivo Central del Ministerio de Educación y Ciencia custodia documentación referida al Instituto de Murcia, años 1834-1888 (legs. 6908-6910) y otra sobre personal docente y obras, que se citan en el inventario. http://www.mec.es/cide/archivo/index.htm
En el Archivo General de la Administración, de Alcalá de Henares, VER Guadalajara
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Nota de publicaciones: |
HERNÁNDEZ PINA, F.: El primer centro oficial de segunda enseñanza en Murcia, Murcia, 1983
JIMÉNEZ MADRID, R. (coord.): El Instituto Alfonso X el sabio : 150 años de historia, Murcia, Editora Regional, 1987
JIMÉNEZ MADRID, R.: La depuración de maestros en Murcia: 1939-1942 (primeros papeles), Murcia, 1997
VERDÚ PAYÁ, R.: Lo que el Instituto ha hecho por Murcia: conferencia pronunciada el 16 de mayo de 1958 por D.____, director del Centro..., Murcia, Sucesores de Nogués, 1958
VIDAL DE LABRA, J.A (coord.): Conservación, actualización y divulgación del patrimonio histórico-científico-social del Instituto Alfonso X el Sabio de Murcia, Murcia, Consejería de Educación y Cultura, 2002
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Notas: |
Descripción realizada por Rafael Frías Marín, Carlos Alberola y Pilar Ávila Roca de Togores, bajo la dirección de Javier Castillo Fernández, técnico del AGRM. Agosto 2001-diciembre 2002. Revisada durante febrero-marzo de 2003.
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