Media anata

Mercedes y quindenios

Medias anatas [o Annatas]: Renta creada por Felipe IV, que consistía en la aplicación al erario de la mitad del sueldo o renta con que estaban dotados los empleo y mercedes concedidos por el rey en el primer año de su disfrute, y en una cantidad determinada impuesta a los grandes títulos por la creación y sucesión de prebendas nobiliarias. La falta de recursos que agudamente se dejó sentir durante el reinado de Felipe IV impulsó a buscar nuevas fuentes de ingreso. Juntamente con la creación del impuesto del papel sellado, fiel medidor, aguardiente y licores, derecho de ¿lanzas¿, etc., La media anata es fruto de la situación desesperada de la economía española y, al mismo tiempo, de la actividad del conde-duque de Olivares para remediar la situación. Como tantos otros tributos de nuestra Hacienda, comenzó la media anata por considerarse arbitrio extraordinario en el decreto de su creación de 22 de mayo de 1931, para acabar incorporándose a las rentas ordinarias de la corona. Gravó tanto a civiles como a eclesiásticos; estaban exentos, entre otros, los pertenecientes a la milicia. Como consecuencia de una Real Cédula de 1632 se extendió a México, cobrándose en todos los empleos y oficios, con la característica notable de presentar un cuadro bastante completo de exenciones, entre las que figuraba la de poseer un sueldo que no llegase a los 6000 reales anuales. Los grandes y demás nobles pagaron la media anata al concedérseles el título, y la cantidad a pagar variaba de mayor a menor desde la concesión de grandeza, marquesado y condado. La sucesión de títulos fue igualmente materia de impuesto. Las cuotas a pagar se calcularon atendiendo a la proximidad del parentesco y a la categoría del título. A fines de la primera mitad del siglo XIX quedó reducida la media anata a un impuesto nobiliario, denominado impuesto de grandezas y títulos, que comprendía igualmente el derecho de lanzas.

MCU

7-9-2012